La Sitges Vela Clásica 2025 zarpa con emoción en una edición histórica

Con la bahía de Sitges vestida de gala, ayer se dio inicio a la Sitges Vela Clásica 2025, una edición especial que celebra el 50º aniversario del Port de Sitges-Aiguadolç, hogar y organizador de esta cita imprescindible de la vela clásica en el Mediterráneo.

Bajo un cielo despejado y con la icónica iglesia de Sant Bartomeu i Santa Tecla al fondo, casi 20 de los veleros clásicos más bellos del litoral español largaron la primera prueba de un recorrido costero de cinco millas, llevando al público a un auténtico viaje en el tiempo con cada virada de estas embarcaciones cargadas de historia.

La flota partió frente a la iglesia rumbo sudoeste hacia la boya frente al Terramar, para luego enfilar hacia la Punta Gavina y regresar hacia la línea de llegada. El Sea Fever fue el primero en cruzar la meta, demostrando su temple y velocidad en condiciones que desafiaron a todos: un viento flojo, mareas vivas y un mar corto que obligó a cada tripulación a buscar con destreza cada racha para avanzar.

Un espectáculo que llenó de velas las playas de Sitges

Desde las atestadas playas de la Fragata, los paseos marítimos y los balcones con vistas al mar, cientos de vecinos y turistas siguieron con emoción cada maniobra de estos veleros de madera y acero que representan lo mejor del patrimonio naval europeo. La estampa fue única: spinnakers coloridos desplegados con elegancia en busca de cada soplo de viento, proas cortando con solemnidad las olas y tripulaciones concentradas en cada virada.

La Villa de la Regata: epicentro social y cultural

Finalizada la regata, las tripulaciones regresaron al Port de Sitges-Aiguadolç para disfrutar de las tradicionales cervezas frías en la Villa de la Regata, espacio que durante estos tres días se convierte en el corazón cultural y social del evento, con stands de artesanos navales, charlas sobre restauración y exposiciones de cultura marinera.

Este espacio, de entrada libre para el público, permite que visitantes y curiosos puedan acercarse a las embarcaciones, aprender sobre la historia de cada barco y disfrutar de talleres donde se muestran las técnicas tradicionales de construcción y mantenimiento naval.

La cena oficial en El Vivero: un homenaje a los regatistas

Por la noche, el Restaurante El Vivero, uno de los grandes aliados de la regata, acogió la tradicional cena oficial de la Sitges Vela Clásica. En un ambiente distendido, con el Mediterráneo de fondo, armadores, tripulaciones e invitados compartieron historias, brindaron por los 50 años del Port de Sitges y planificaron estrategias para las regatas de hoy sábado y mañana domingo.

Sostenibilidad y compromiso con la comunidad

La Sitges Vela Clásica 2025 no es solo una competición, sino también un compromiso con la preservación del patrimonio naval, la sostenibilidad y el turismo náutico responsable. El evento fomenta la navegación sin motor, realiza actividades educativas para escolares locales y minimiza el impacto ambiental, alineando la pasión por la vela con la protección del entorno marino.

Una regata que proyecta a Sitges al Mediterráneo

La regata forma parte del circuito internacional de vela clásica, con vínculos con eventos en Francia, Italia y Reino Unido, proyectando al Port de Sitges-Aiguadolç como sede de eventos náuticos de prestigio y punto de encuentro entre tradición y modernidad. Este año, la edición cobra un valor simbólico al coincidir con el aniversario de un puerto que ha hecho de la vela clásica un pilar de su identidad y una herramienta de proyección internacional.

Hoy sábado, más regatas en Sitges

Hoy sábado 28 y mañana domingo 29 se disputarán nuevas pruebas con recorridos costeros que combinarán exigencia táctica y belleza escénica, permitiendo al público seguir cada virada desde tierra. Se espera un incremento en la intensidad del viento, prometiendo regatas aún más emocionantes para estos barcos que, con sus maderas pulidas y velas blancas, son auténticos guardianes de la historia del mar.

La Sitges Vela Clásica 2025 ya navega, y lo hace con la elegancia de la vela clásica, la fuerza del Mediterráneo y la calidez de un puerto que celebra medio siglo de historia náutica.